Ganando Espacios y Vitalizando
las Finanzas
No existen datos fidedignos para poder afirmar las cantidades de
productos y materias primas sobrantes que se comercializan, pero sin lugar a
dudas, Internet ha abierto espacios para encontrar verdaderas “gangas
industriales”.
RESUMEN EJECUTIVO
En Internet ha encontrado espacio la venta de Excedentes Industriales,
ya que es un canal ideal para este tipo de transacciones, las que, sin lugar a
dudas, seguirán creciendo.
Para decidirse a vender un producto que está arrumbado en algún sector
de su empresa, se debe tener claro que a menor precio, la velocidad de venta es
mayor, y que mientras más tiempo lo retenga, la desvalorización de él es casi
un hecho.
El por qué?
Vender aquello que no usamos, ya sea que hayamos comprado en exceso o
porque ya no se usará más esa máquina o esos insumos, es una forma interesante de
atraer recursos frescos. No tomar la decisión de vender, es equivalente a tener
dinero bajo la cama que va desvalorizándose con el paso del tiempo, ya sea por
deterioro de la mercancía o por quedar obsoletos ante la llegada de nuevas
tecnologías. A esto, agreguémosle el costo oculto por el bodegaje, y nos
llevará a entender que mientras antes tomes la decisión, evitarás un problema
futuro.
Cualquier ejecutivo de una empresa debe ser capaz de tomar la decisión
de qué productos están en condición de ser calificados como Excedentes
Industriales y no esperar a que el dueño o el gerente general de la compañía se
encuentre con la sorpresa que el polvo o el óxido le están ganando la batalla a
esa máquina olvidada.
El precio
La correlación entre más barato, más rápido lo vendo, es inevitable.
Justamente, quien compra excedentes industriales asumirá el riesgo de comprar
algo en desuso o de sobre stock, siempre que el precio sea atractivo.
Quien vende debe tener conciencia, sobre todo en productos de grandes dimensiones,
que el costo de transporte tendrá alta relevancia en la decisión de compra, por
lo que para fijar su precio, al menos es necesario tener presente los costos
adicionales en que deberá incurrir un potencial comprador.
Es legítimo tener la idea de querer recuperar el precio que pagamos o un
porcentaje importante de él, pero eso sólo obstaculiza la venta, por eso es
indispensable entender los motivos que le llevaron a vender y decidirse de una
buena vez a no dejar en el rincón de la bodega esos productos que sólo se
desvalorizarán.
Mirando al comprador
No es una práctica generalizada el que las empresas busquen cosas usadas
o sobrantes industriales, generalmente prefieren artículos nuevos por las
garantías que ellos les entregan. Sin embargo, los ahorros que se pueden
obtener son tan relevantes, que vale la pena mantener esta alternativa abierta para
nuestro departamento de adquisiciones.
Ya hace un tiempo se ven portales que reciben ofertas de productos de
diversa índole. Los portales de remate se han transformado en canales de venta
masivos, donde encontramos de todo. Es como asistir a esas olvidadas ferias de
las pulgas, pero virtual. Sin embargo, el mercado industrial no ha sentido
atractivo en comercializar por estos medios, salvo artículos pequeños o de baja
cuantía. ¿Por qué? A mi entender porque están dirigidos a un público distinto, más
bien masivo, donde la gama de productos es tan diversa - y extraña en algunos
casos - que no encuentran un espacio
llano para la venta de productos más bien dirigidos a empresas o industrias.
Reunir Vendedor y Comprador
Encontrar un comprador para un producto que en ocasiones es muy
específico, es algo complejo. Podríamos hacer una lista de todas las empresas
que eventualmente compran ese tipo de productos y comenzar a llamarles. Junto
con perder una considerable cantidad de tiempo, en hacer la lista y luego los
llamados, probablemente abortes la loable intentona de lograr esa venta, al
encontrarte con tantas negativas. Además, que ya me imagino a alguien llamando:
“Buenas tardes señorita, con quien puedo conversar para venderle unos
excedentes industriales que tengo”.
Sin embargo, Internet como vehículo de comercialización es una
herramienta como ninguna: Es atemporal, estoy siempre vendiendo, las veinticuatro
horas y los siete días de la semana mí oferta podrá ser vista, inclusive por
personas de otros países. Es algo fantástico, porque nos abre horizontes que
humanamente jamás uno podrá alcanzar. Por cierto, la historia de la llamada telefónica
también se evita.
Así comienzan a surgir con timidez algunos portales que están dando
espacio para la transacciones on line de productos con este carácter de
excedente industrial. Lo difícil de responder es si quienes visitan ese portal serán
potenciales compradores de mis productos, pues si está dirigido a una industria
en particular, o tiene una audiencia más bien furtiva - o de entrada y salida -
puede ser que mi producto esté mil años sin lograr que me lo compren. Es por
ello, que una buena opción es buscar más de un portal donde publicar su oferta,
sobre todo aquellos que están dirigidos al segmento de ejecutivos que podrán interesarse.
Transparencia en la Información y en la Transacción.
Quien se decide a comprar excedentes industriales, aunque parezca del todo
obvio, conviene establecerlo: necesita información para saber qué está
comprando. Lo más elemental es tener el máximo de información del producto
(datos técnicos, pesos, medidas, etc.), donde una foto, de manera
complementaria, siempre es bien valorada, porque nadie compra sin ver, y una
foto despeja dudas razonables que surgen al comprar a distancia.
Luego, conocer quién está vendiendo, despejará las inquietudes respecto
al éxito de la compra y que no me están pasando “gatos por liebre” y quien se
identifica debidamente, se hace responsable de su oferta.
Finalmente viene el tema de qué es primero: El pago o la recepción del
producto. La costumbre comercial ha gestado como norma de las ventas on line
que sea el pago primero, de manera tal que el comprador deposita en alguna
cuenta corriente del vendedor, y en ese momento, el comprador se compromete a
hacer el envío de las mercancías en el más breve plazo posible. Cuando el
producto es más bien de carácter homogéneo, de bajas características o
cualidades técnicas, como comprar cañerías, se hace más sencillo aceptar esa
situación, el problema surge cuando el producto es más complejo y los errores o
fallas de él no son de fácil conocimiento. Ya están surgiendo nuevas soluciones
para perfeccionar la transacción a distancia, sin embargo, las dudas en una
compra, siempre van a estar latentes, pero los casos de éxito en ventas a
distancia son tantos, que sin lugar a dudas es una tendencia que proseguirá
ganando adeptos, pues son más los beneficios que los riesgos.
De una vuelta por las bodegas de su empresa y vea que está ocupando
espacio, y decida venderlo hoy, mañana ya valdrá menos.
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