viernes, 2 de marzo de 2012

Empresas con Pasión ¿Hay alguna por ahí?


Un caso como el que he vivido, me llevó a pensar si realmente las grandes empresas se preocupan, "pre" + "ocupan" de sus clientes. Si realmente la declaración de "dar un servicio de excelencia" o prometer que "te entregaremos lo mejor de nosotros" no pasa más allá de una simple declaración para adornar una página Web o llenar unas paredes en las oficinas de la Casa Matriz.

¿Seré yo Señor... yo soy el equivocado?

Definitivamente son demasiadas las empresas que no tienen la menor idea de cómo mantener o alimentar positivamente las relaciones con sus clientes. Menos son aquellas que logran "hacer" acciones para transformarnos en sus Fan´s, sus hinchas, y generalmente provocan un hastío tal al enfrentarse a un momento de la verdad con sus clientes - su motivo de existencia - que los clientes comienzan a decir "Adiós".
Además, la ruta correcta, debe ser al revés: Que las empresas sean Fan´s de sus clientes, que ellas sean las que hagan el esfuerzo, cumplan el desafío de hacernos amarlas.
Mi historia comenzó con una Isapre (empresas de Seguros para la Salud en Chile) que no fue capaz de responder una simple consulta vía mail, y que al llamar a su Call Center me obligó a pasearme de tecla en tecla de mi celular para tratar de obtener una respuesta, y luego de no lograr nada, me contestan el mail - después de 2 semanas - para decirme que como ha pasado tanto tiempo, asumen que mi duda está aclarada... simplemente puedo decir: Plop! Exijo una Explicación.
Y esta historia se repite y se repite en momentos claves, momentos de la verdad ante un cliente, no sólo en estas empresas de "Servicio", sino que con Grandes Tiendas, Bancos, Compañías de Seguro, Retailer´s, etc., etc., etc.

Customer Centricity: Una manera de pensar no sólo responsabilidad del área de Marketing

Pensar en el cliente como algo central del negocio parece casi obvio, pero definitivamente las áreas de marketing al parecer están más entrabadas en la lucha de sus campañas en medios y se olvidan de la esencia: "Sus Clientes".
La post venta, la atención a sus clientes parece que sólo se entrega al área de servicio al cliente o a un Call Center (a veces atendido por una empresa externa... ¡que horror! pero cierto), y el área de Marketing se olvida de que debe ser la voz cantante en cómo se debe administrar una relación de negocios exitosa con sus clientes y ser capaz de involucrar a toda la organización, desde el Gerente General, el CEO, el Directorio y cada una de las unidades o departamentos que la componen. 
Seamos claros: No existe Empresa que viva sin Ingresos y los ingresos los aportan cada uno de sus clientes.
Ya transformado en una máxima del Marketing es que “un cliente nuevo es 5 veces más caro que retener a un cliente actual” (según estadísticas de nuestros amigos Gringos), pero, sin embargo, cada día más da la impresión que los Directores de Marketing no fueron a esa clase en sus Universidades y hacen poco o nada por administrar por sus clientes.
Aquellas empresas en que cada uno de sus miembros, incluso sus clientes, son capaces de alimentar la relación comercial y crear nuevos clientes, y encantar a los actuales, son las que deben subsistir.

“No es culpa del Chancho, sino del que da el afrecho”

Este viejo refrán es tan cierto y tan aplicable en el Marketing. El personal en contacto con el cliente (llamado PEC por sus siglas) rara vez cuenta con la simple preparación de cómo atender, y menos cuentan con una preparación “profesional” para desempeñar una correcta y mínima labor.
Seamos claros: Es responsabilidad del Presidente del Directorio, del Gerente General que su personal, su equipo, el PEC, no posea la preparación correcta, completa y adecuada para hacer realidad lo que elucubró a puertas cerradas o con la cúpula directiva y que llamó Misión de nuestra compañía. 
Es cierto que los números positivos en los resultados son muchas veces un espejismo de hacer las cosas "bien", pero la responsabilidad no se delega. Los números deben ser un dato, pero la verdad de cómo funciona la empresa y de si su misión es llevada a cabo, es del número uno, del General, no del Soldado.
Las empresas deben destinar recursos, junto a un liderazgo motivador e innovador, para hacer sostenible un negocio. Y cuando hablo de recursos, no es necesario invertir una suculenta suma de dinero, sino que basta muchas veces con invertir una cantidad de tiempo para hablar con sus clientes y preguntar ¿en qué podemos mejorar?

¿La empresa con pasión murió?

¿Será acaso que el agobiante día a día de la mayoría de los ejecutivos les coloca anteojeras y que nos les permite mirar sus desempeños profesionales como una forma de atraer la pasión a sus vidas?
Soy un convencido que las empresas deben ser humanas, entretenidas, pasionales, deben ser una extensión importante de la vida de sus empleados, de su personal, de su equipo humano, pues lograr eso solo aporta motivación y la irradia en cualquier parte de la organización, pues cuando alguien está motivado, comprometido, apasionado con su trabajo, su profesión, eso se transmite incluso a sus clientes, quienes también se ven involucrados, contagiados en la actitud, ya no sólo del personal de la empresa, sino que en la actitud de la Empresa Pasional.
Hablar de Apple es hablar de una empresa Pasional. Desconozco como funcionan internamente en la relación con sus empleados, pero estoy seguro que hacen cosas distintas, marcan diferencia, que llegan a impregnar a sus productos de esa pasión, pasión que millones de fanáticos compran en cada una de sus invenciones.
Puede que muchas empresas hayan crecido y sigan creciendo aún sin pasión, pero estoy seguro que al menos el líder que la hizo grande, o cimentó el camino a la grandeza, fue una persona pasional, perseverante, obstinado, con una idea clara, con convicción incluso obsesivo por un sueño y que logró cautivar e integrar a su sueño, no necesariamente con simpatía, a un equipo de personas que le ayudaron a vestir ese sueño de realidad.
Sé que si le preguntara al señor Horst Paulmann (Cencosud), a Steve Jobs (Apple), a Frederick Smith (FedEx), a Walt Disney, a Don Sam Walton o al Gran Warren Buffet , cualquier de ellos me diría que la Pasión fue un elemento esencial para que sus sueños fuesen realidad. Entonces ¿por qué las empresas van perdiendo la pasión?

La conclusión es una Oportunidad

Si, tuve una mala experiencia como cliente con una Isapre, pero esa mala experiencia alimenta a la certeza que la ruta correcta es la pasión puesta a disposición de los negocios, y mientras más empresas sucumban acercándose al color gris en sus relaciones con clientes, esto abre que existan miles de oportunidades para que otros podamos generar la diferencia armando negocios con pasión, con lo cual lograremos que los clientes lleguen a tocar nuestras puertas para ser parte de una nueva historia.